Concursos de Robótica: El Mal Enfoque de las Categorías Junior, Amateur, Master y Senior que Atrasan a Latinoamérica

El reciente caso de un escolar boliviano que venció a universitarios expone una falla estructural: reglas que limitan por componentes y crean una cultura del “reto disminuido”, frenando la verdadera innovación.

El triunfo de Yulin Jorge Wang, un escolar boliviano de 17 años, con su robot velocista “Velocitech” sobre 17 competidores —en su mayoría universitarios y profesionales— no es una anécdota, es un diagnóstico. Este evento es el síntoma más claro de una enfermedad profunda en nuestro ecosistema de innovación: la cultura del “reto disminuido”. Mientras el talento en los colegios avanza, la formación superior y las competencias regionales fomentan una mentalidad que confunde la participación con la excelencia.

El problema no es solo un currículo universitario que no se actualiza, sino la estructura de muchos concursos que premia la mediocridad y limita la ambición. Esta brecha se refleja en informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que señalan una persistente falta de habilidades de resolución de problemas complejos.

El Falso Atajo: Cómo las Reglas por Componentes Asfixian la Creatividad

El corazón del problema reside en las bases de muchas competencias locales en Latinoamérica. Es común encontrar clasificaciones basadas en los tipos de componentes a utilizar, creando un falso camino de progreso.

Esta práctica, aunque bien intencionada, es perjudicial. Por ejemplo, se observan limitaciones como:

  • Categorías por tipo de control: Se ofrece una categoría “MiniSumo RC/Bluetooth” junto a una “MiniSumo Autónomo”. Al permitir el control remoto, se le permite al participante eludir el desafío más crucial: programar la autonomía.
  • Restricciones de componentes para niveles “Amateur”: Es frecuente que se restrinja a los competidores al uso de componentes específicos y comerciales. Esto enseña que la solución no está en el ingenio, sino en la compra de piezas.

Nuestro enfoque regional enseña a los jóvenes que la meta es “subir de categoría” en lugar de innovar sin límites.

Así, mientras algunos justifican diciendo “es que recién empieza, por eso es amateur”, en otros países el enfoque es “como recién empieza, entonces los que más saben le ayudan a que se equipare a la categoría normal”. Este último es un modelo de mentoría que acelera el crecimiento; el nuestro, un modelo de complacencia.

¿No sería injusto que compitan robots básicos contra avanzados?

Este enfoque, aunque parece justo a primera vista, confunde ‘igualdad de oportunidades para ganar un trofeo’ con ‘igualdad de oportunidades para crecer y alcanzar la excelencia’. Una competencia con un estándar unificado es, en realidad, el modelo más formador y equitativo a largo plazo.

1. Se Cambia la Mentalidad: De la Limitación a la Aspiración. El estándar unificado fomenta la ambición, la investigación y la superación, obligando al competidor a preguntarse “¿cómo lo mejoro?” en lugar de “¿dónde encajo?”.

2. El Ingenio Supera a los Recursos: La premisa de que “el robot más caro siempre gana” es un mito. Un robot con un algoritmo de programación brillante puede superar a uno caro. Al eliminar las barreras de componentes, se premia la calidad del ingeniero.

3. Fomenta una Cultura de Mentoría y Colaboración: En un entorno con un único estándar, los equipos más avanzados se convierten en el benchmark. Esto crea una dinámica positiva donde los novatos aprenden de los veteranos, elevando el nivel de toda la comunidad.

El mundo real no ofrece una “categoría amateur”. Solo existe un estándar: el que funciona.

El Peligro de la Mediocridad

Cuando se disminuye el nivel de un reto, se inyecta el veneno de la mediocridad. Se forma una generación de concursantes que, sabiendo que la exigencia es baja, esperan hasta el último momento. Este enfoque choca frontalmente con el estándar de la élite mundial, como la RoboCup, donde los equipos deben enviar evidencias de que su proyecto es funcional con meses de antelación.

“Queremos que los principiantes sientan la experiencia de competir y ganar con las categorías amateur”:

Imagina que estudiantes desaprobados pidieran un examen “categoría amateur” con preguntas más sencillas para sentir la experiencia de aprobar. La respuesta es obvia: eso no es formar profesionales, sino fomentar la mediocridad. La pregunta final es: si esa lógica nos parece inaceptable en un aula, ¿por qué la defendemos en una competencia de robótica?

 

El Caso de la LARC 2024 en Arequipa: Un Espejo de Nuestro Ecosistema

La Latin American Robotics Competition (LARC), una de las competiciones más prestigiosas de la región, celebró su edición en Arequipa, Perú, con una baja participación de equipos locales. Mientras el evento se llenaba de competidores de élite de México y Brasil, la notable ausencia de universidades peruanas evidenció el problema que señalamos: la falta de una preparación que priorice los desafíos de ingeniería complejos sobre las "categorías burbuja".

Esta situación contrasta con el éxito de equipos como el de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que sí se ha posicionado en el ámbito internacional. Su enfoque en el desarrollo de la autonomía y la innovación, siguiendo un estándar global, les ha permitido destacar en competencias como la misma LARC. Este equipo es la prueba de que el talento peruano existe; lo que falla es el ecosistema que, con sus categorías de bajo nivel, desvía a los estudiantes de los verdaderos retos que los harían competitivos a nivel mundial.

Conclusión: La Urgencia de Elevar la Valla

Si un escolar de 17 años con recursos propios puede superar a estudiantes universitarios, la falla es sistémica. El talento en Latinoamérica es innegable, pero lo que debe cambiar es el ecosistema que lo forma. Necesitamos adoptar bases internacionales, unificar los desafíos y valorar el reto como la principal herramienta pedagógica.

La pregunta no es “¿por qué nos ganan los escolares?”, sino “¿qué estamos haciendo para estar a la altura?”. La respuesta empieza por dejar de bajar la valla y empezar a entrenar para saltarla más alto.

Solución para una Competencia de Robótica que Fomente el Talento Real

Aspecto Clave Modelo Actual (El Problema)
Las Categorías Divisiones como “Amateur” o por tipo de control.
Objetivo del competidor “Gano en mi categoría fácil”.
Aprendizaje del novato Queda aislado en su categoría segura, su aprendizaje se estanca.
¿Quién gana? El que compra los componentes permitidos.
Resultado Final “Campeones de burbuja” no preparados.
Propuesta para Novatos Darles un trofeo en una categoría de bajo nivel.

 

Aspecto Clave Modelo Propuesto (La Solución)
Las Categorías Un Desafío Único y Estándar.
Objetivo del competidor “¿Cómo alcanzo a los mejores?”.
Aprendizaje del novato Aprende directamente de los mejores, su crecimiento se acelera.
¿Quién gana? El más ingenioso. Se premia la calidad de la ingeniería.
Resultado Final Ingenieros resilientes y preparados para el mundo real.
Propuesta para Novatos Crear “Premios a la Revelación” dentro del desafío único.

Desde Roboticslab, promovemos la investigación, el desarrollo y la innovación bajo un estándar internacional. Solo asumiendo desafíos reales y fomentando una mentalidad de excelencia global podremos formar a los profesionales que llevarán a nuestra región a la vanguardia de la tecnología.

La pregunta no es “¿por qué nos ganan los escolares?”, sino “¿qué estamos haciendo para estar a la altura?”. La respuesta empieza por dejar de bajar la valla y empezar a entrenar para saltarla más alto.


Comentario del Editor:

"Como docente con más de 15 años de experiencia en universidades peruanas y como Dr. en Robótica Humanoide, he observado de primera mano cómo estas prácticas de categorización por componentes limitan la creatividad y el pensamiento crítico de los estudiantes. No podemos aspirar a competir a nivel global si premiamos la mediocridad. Es hora de elevar el estándar.

Esta brecha no es un problema de falta de talento, sino de falta de visión. Mi experiencia como docente y profesional en el campo me ha llevado a conversar con organizadores de diversas competencias locales en Perú, en su mayoría estudiantes. Con ellos, he notado una preocupante falta de familiaridad con los estándares internacionales. A menudo, habituados a modelos de bajo nivel, no perciben la urgencia de elevar el estándar, optando por categorías "junior" o "amateur" que, lejos de ser formativas, perpetúan la brecha.

Este es un contraste dramático con mis conversaciones con doctores en robótica, mecatrónica y otros líderes de eventos de talla internacional. Ellos coinciden plenamente en mi diagnóstico: la escasa participación de equipos latinoamericanos en competencias de alto nivel se debe, en gran parte, a la ausencia de una cultura tecnológica de superación. Sin embargo, el cambio de conciencia es un trabajo inmenso. El esfuerzo que requiere educar a la comunidad para que abandone un modelo de complacencia y adopte uno de excelencia es tan grande que pocos se atreven a liderarlo.

El resultado es un ciclo de mediocridad: se crean competencias de bajo nivel, se forman estudiantes que solo pueden competir en ese nivel, y estos, al convertirse en los futuros organizadores, replican el mismo modelo. Es un círculo vicioso que solo podemos romper si los líderes de opinión, los docentes y los profesionales alzamos la voz para exigir un cambio."

— Dr. Nícolas Figueroa, Ph.D. en Robótica Humanoide y Fundador del Roboticslab.


Referencias:

RoboCup Federation. (s.f.). Official Website and Rules. (Referencia general a las normativas de alta exigencia de la competencia).

Deber, E. (2024). Estudiante de colegio sorprende y vence a universitarios en concurso de robótica. El Deber.

Agencia Peruana de Noticias Andina. (2024). Escolares de Arequipa representan a Perú en competencia mundial de robótica de Atenas.

Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (s.f.). Identificación, causas y consecuencias de la brecha de habilidades en Perú.

Banco Mundial. (2025). La paradoja de la innovación en América Latina: entre el crecimiento tímido y el potencial desbordante.

Análisis de bases y reglamentos de diversas competencias de robótica en la región latinoamericana.

Foto de Nícolas
Nícolas Figueroa
Editor
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