La inteligencia artificial y la robótica: sus dilemas sociales, éticos y jurídicos.
La digitalización de la actividad humana está fusionando los mundos físico, digital y biológico, lo que está transformando a la humanidad de manera fundamental. Esta nueva realidad se basa en la comunicación a través de Internet y en los metadatos como mensaje, que requieren la aplicación de inteligencia artificial para su procesamiento.
La inteligencia artificial tiene el potencial de resolver algunos de los problemas económicos y sociales más complejos, pero también plantea desafíos éticos y la necesidad de una legislación adecuada. El presente trabajo tiene como objetivo conceptualizar la inteligencia artificial y analizar las últimas recomendaciones de la Comisión Europea en materia de robótica.
En la actualidad, los economistas señalan que la humanidad se encuentra al comienzo de la Cuarta Revolución Industrial, también conocida como Industria 4.0. Esta revolución se diferencia de las tres anteriores (la Revolución Industrial, la introducción de la electricidad y la Revolución Digital) porque no se trata solo de nuevas tecnologías emergentes, sino de la digitalización completa de las cadenas de valor mediante la integración de tecnologías de procesamiento de datos, software inteligente y sensores. Esta revolución conecta el mundo físico con el digital a través de Internet, en particular, el Internet de las Cosas (IoT) y Big Data.
En términos más simples, la Industria 4.0 implica una producción industrial donde todos los productos y máquinas están interconectados digitalmente. Esto está transformando la forma en que operamos y conectamos el mundo físico, digital y biológico, lo que afectará profundamente a la sociedad. La Internet de las Cosas se considera fundamental en esta revolución, ya que permite la aplicación de la inteligencia artificial en objetos físicos y plantea cuestiones sobre el control humano sobre estos objetos.
La expansión de Internet y los dispositivos móviles ha aumentado la conectividad, con miles de millones de personas utilizando Internet y redes sociales. La Internet de las Cosas también está en crecimiento, con miles de millones de objetos conectados a Internet, lo que tiene un gran impacto económico. En este contexto, las empresas tecnológicas están liderando la lista de las empresas más cotizadas en bolsa.
El artículo se centra en dos objetivos principales: primero, explorar las ventajas y desventajas de la inteligencia artificial, y segundo, analizar las últimas recomendaciones de la Comisión Europea sobre inteligencia artificial y robótica, abordando aspectos tecnológicos, éticos y legales.
Inteligencia artificial
En primer lugar, es esencial entender el concepto de inteligencia, que proviene del latín “inteligere” y se refiere a la habilidad de comprender relaciones entre hechos y cosas. No debe confundirse con la sabiduría o la memoria, ya que la inteligencia implica la capacidad de utilizar datos para resolver problemas.
La inteligencia artificial (IA) es un tema relevante en tecnología y negocios en la actualidad. Se originó en 1956 cuando un grupo de científicos comenzó el proyecto de investigación “Inteligencia Artificial” en Dartmouth College, con el objetivo inicial de simular la inteligencia humana. Esto se llamó “Inteligencia Artificial genérica” y se buscaba igualar o superar la inteligencia promedio humana.
En una conferencia en Dartmouth, se debatieron aspectos como el procesamiento del lenguaje natural y las redes neuronales. Surgieron preguntas sobre si las máquinas podían simular el trabajo humano y si la capacidad de las computadoras de la época era suficiente. La influencia de Noam Chomsky y su teoría de la gramática generativa también fue significativa, ya que revolucionó la lingüística teórica.
Chomsky estableció la Jerarquía de Chomsky, una clasificación jerárquica de lenguajes y gramáticas que influyó en la lingüística computacional y los sistemas de diálogo basados en lenguaje natural.
La IA se divide en dos enfoques: débil (que emplea máquinas para estudiar las capacidades cognitivas humanas) y fuerte (que busca establecer conexiones entre la IA y la inteligencia humana). Un ejemplo notable de IA fue la victoria de la computadora Deep Blue de IBM sobre el campeón de ajedrez Gari Kasparov en 1997.
La IA es un campo interdisciplinario que combina diversas ciencias cognitivas, como matemáticas, lingüística, psicología y más. Se puede definir como la capacidad de un sistema para interpretar datos, aprender de ellos y utilizar ese conocimiento para lograr objetivos específicos.
En resumen, la inteligencia artificial es el campo de la informática que busca crear programas y sistemas capaces de mostrar comportamientos inteligentes, como analizar grandes cantidades de datos, identificar patrones y tomar decisiones de manera autónoma.
Robótica
La robótica, como parte de la inteligencia artificial, se enfoca en el diseño y construcción de máquinas programadas capaces de realizar tareas humanas de manera automatizada. Según Jones et al., esto implica la creación de sistemas que incluyen actuadores, sensores, software de calidad y otros componentes que trabajan juntos para lograr la tarea del robot.
Existen varias definiciones de lo que constituye un robot. Desde la perspectiva de la Federación Internacional de Robótica, un robot industrial es un dispositivo reprogramable y controlado automáticamente con múltiples ejes para aplicaciones de automatización industrial.
Otros enfoques definen a un robot como una máquina que interactúa con su entorno al percibirlo y procesar información. Esto incluye la capacidad de razonar y tomar decisiones.
Los robots pueden variar en forma y función, desde programas de software hasta artefactos humanoides, siempre que realicen tareas sin intervención humana. Están equipados con efectores como piernas, ruedas, sensores y pinzas para percibir y transmitir información sobre su entorno.
Los robots se pueden clasificar en tres categorías principales: manipuladores (brazos robóticos), robots móviles (que se desplazan por su entorno) y robots híbridos (móviles equipados con manipuladores, como los humanoides).
La robótica también se puede categorizar según su aplicación y su nivel de autonomía. Los robots pueden ser industriales o de servicio, y su grado de autonomía varía desde no autónomos hasta autónomos e inteligentes.
Un desafío para los desarrolladores de robots es superar la paradoja de Moravec, que señala que las máquinas pueden realizar tareas difíciles para los humanos, como jugar al ajedrez, pero tienen dificultades para aprender habilidades psicomotrices o perceptivas básicas que incluso un bebé puede dominar.
Ventajas y desventajas de la inteligencia artificial y la robótica
La inteligencia artificial (IA) y la robótica ofrecen una amplia gama de beneficios. Estos incluyen la capacidad de abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la lucha contra la pobreza extrema y la mejora de la calidad de vida en áreas remotas. La IA puede identificar las causas de la pobreza y ayudar en la distribución de ayuda en regiones necesitadas.
Además, la IA tiene el potencial de personalizar la educación y mejorar la calidad de los sistemas educativos. También se utiliza en la atención médica para analizar grandes cantidades de datos sobre pacientes y mejorar la toma de decisiones médicas.
En el ámbito laboral, la automatización impulsada por la IA puede reducir costos, aumentar la productividad y mejorar la calidad. También puede desempeñar un papel crucial en el crecimiento económico y la prosperidad en tiempos de crecimiento de la productividad mediocre y disminución de la población en edad de trabajar.
La IA también se utiliza para abordar desafíos globales como el cambio climático, la biodiversidad, la salud de los océanos y más. Esto incluye aplicaciones como vehículos eléctricos autónomos, redes eléctricas distribuidas y ciudades inteligentes.
Sin embargo, existen preocupaciones éticas y legales en torno a la IA y la robótica. Estas preocupaciones incluyen el uso potencialmente indebido de estas tecnologías en áreas como la seguridad, el espionaje y las campañas políticas. También se plantea la cuestión de las armas autónomas y el temor a la falta de control humano en situaciones críticas. Por lo tanto, se enfatiza la necesidad de establecer pautas éticas para el desarrollo y uso responsable de la IA y los productos basados en esta tecnología.
Conclusiones
En este artículo se explora el concepto de inteligencia artificial y robótica, junto con sus aplicaciones en la sociedad actual, marcada por la Cuarta Revolución Industrial. Se destacan las opiniones divergentes de expertos como Elon Musk, Nick Bostrom y Jack Ma sobre el potencial y los riesgos de la inteligencia artificial.
Se menciona que la percepción común de la inteligencia artificial a menudo se basa en representaciones ficticias de robots humanoides con emociones, pero en realidad, la tecnología actual se basa en algoritmos y no tiene emociones ni conciencia.
Se discute la idea de la “singularidad tecnológica”, que sugiere que la inteligencia artificial podría superar la capacidad intelectual humana y cambiar la civilización de manera irreversible. Esto se relaciona con avances en la computación cuántica, que pueden acelerar aún más la evolución tecnológica.
Se señala la importancia de regulaciones éticas y legales para la inteligencia artificial y la robótica, incluyendo principios como la no discriminación, la seguridad, la transparencia y la supervisión humana. También se abordan preocupaciones sobre el “colonialismo de datos” y la necesidad de políticas educativas y de alfabetización digital.
En resumen, el artículo destaca la importancia de regular la inteligencia artificial y la robótica para garantizar su uso beneficioso y ético en beneficio de la humanidad, mientras se abordan los riesgos y desafíos que plantean estas tecnologías emergentes. Se sugiere la posibilidad de desarrollar un nuevo campo jurídico conocido como el “Derecho de los Robots” para abordar cuestiones de responsabilidad y regulación específicas.
Fuentes: scielo.org.mx | recursoshumanos.tv | iapordentro.com | laroboticaesmejor
Etiqueta:ia, robótcabeneficios, robotica, sociedad
